Pero, ¿quien es la mayoría social de este país cuando hablamos de política?
En "La Justicia desahuciada", Elpidio Silva reflexiona sobre el hecho de la corrupción institucional generalizada que, sin duda, se ha nutrido de la dejadez crónica de la ciudadanía en todo lo relacionado con la gestión de lo público y lo común, es decir, el desapego por la participación en la política.
El movimiento en sentido contrario, que sin duda nace con el 15M, es imparable, pero a tan corto plazo, la mayoría social que necesitamos seguirá ajena a la deriva política de este país y a la existencia de una izquierda alternativa que va creando su propio espacio electoral.
Además de contar con una sola papeleta que defienda el programa del cambio en la próxima cita con las urnas, hay que contagiar el entusiasmo de la participación política a los sectores potencialmente votantes de dicho programa y tradicionalmente abstencionistas.
Identificar los espacios y convertir en viral el mensaje en cada uno de ellos.
El análisis de la abstención, comparando las últimas elecciones municipales con las anteriores de 2011 muestra que el camino de la confluencia desde lo local, la elaboración del programa de la forma más participativa posible y la selección mediante listas abiertas y justas de las personas que lo muestran y defienden al resto de la sociedad, es hipótesis de trabajo más acertada para conseguir esa mayoría social necesaria para ganar, pero también para poder gobernar después de las elecciones generales y empezar a salir de este atolladero.
Marian